El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, pertenece al colágeno que cada persona posee en la piel.
Su función se basa en mantener la piel de forma hidratada y con una textura lozana.
Sin embargo, con el pasar del tiempo la presencia de esta ácido se ve afectada, por lo que va disminuyendo de manera considerable, y a partir de los 30 o 35 años de edad, en la forma del rostro, comienzan a haber cambios, debido a la pérdida de producción de esta sustancia.
De tal forma, se empieza a notar como la piel y el tejido son más sensibles, perdiendo firmeza y volumen, lo que conlleva a que empiecen a aparecer lo que conocemos como las arrugas, y se nota un envejecimiento facial y asentamiento en las líneas de expresión del rostro.
Beneficios de implementar un tratamiento de ácido hialurónico
Es importante tener conocimiento que una de las propiedades principales que contiene el ácido hialurónico es la capacidad para mantener hidratada la piel, ya que retiene el agua en la epidermis, esto significa que actúa como efecto de relleno.
Por tal razón, se ha convertido en uno de los ingredientes estrella de cualquier crema o tratamiento relacionado con tratar la antiedad.
El ácido hialurónico no es una sustancia inventada por las clínicas de medicina estética, sino que es un componente que nuestro cuerpo produce propiamente en diferentes cantidades a lo largo de toda la vida, siendo esencial para mantener la piel joven y bella.
¿Para qué tipo de arrugas se recomienda el ácido hialurónico?
Como ya sabemos, este se recomienda especialmente para las arrugas que empiezan a notarse en el rostro, como lo son las conocidas patas de gallo, los surcos nasogenianos, que son todas esas líneas de expresión que surgen a ambos lados de la nariz y de la boca, así como las arrugas de la frente.
Pero, a su vez también es recomendable la aplicación del tratamiento en el contorno y comisura de los labios y para aportar el volumen labial y facial, generando de esta forma un equilibrio en el rostro.
En cuanto a la unión del ácido hialurónico con el colágeno, podemos decir que es una combinación de dos sustancias sumamente importantes para el organismo, resultando de gran beneficio, ya que ambas poseen propiedades antiarrugas, antienvejecimiento y que ayudan a regenerar, aportando fortaleza y elasticidad en los tejidos donde son aplicadas.