¿Botox o relleno con ácido hialurónico?

Los rasgos faciales se han convertido en un punto de encuentro para la estética y la medicina.

A la hora de decidirse por un tratamiento antienvejecimiento o corrector a nivel facial deben tenerse presente algunas cosas básicas.

La cara no es igual para todos los productos ya que cada zona tiene unas necesidades diferentes según la persona.

Así pues, podemos dividir la cara en tres zonas: tercio superior, medio e inferior.

Cada una de ellas, debemos tratarlas independientemente y valoraremos el tratamiento más adecuado:

Tercio Superior de la Cara

Comprende la zona que va desde las cejas hacia arriba, o sea, pasa directamente por la frente. Su movimiento está condicionado a la musculatura facial y muy ligado a la gesticulación. Por ejemplo, al reír nuestra expresión está definida no solamente por los labios y la parte inferior, sino que nuestra frente y el entrecejo también se contraen, por lo que están siempre activos.

• Frente y cejas: Los músculos están condicionados por nuestras expresiones a lo largo del día. Las arrugas y líneas de expresión que se forman a este nivel tienen un tratamiento recomendado: el bótox. ¿Y por qué? Porque su acción relajante permite suavizar todo tipo de arrugas que se forman a este nivel, y además, a medida que la edad aumenta, el bótox es capaz de solventar el efecto cansancio que crea la aproximación entre la ceja y el ojo. Por lo tanto, el bótox mantiene el estereotipo de ceja en forma de arco para la mujer si se inyecta correctamente y en la zona adecuada. No es lo mismo para hombre que para mujer.

• Patas de gallo: Son arrugas que salen alrededor del ojo (perioculares) y se originan por una gesticulación exagerada y también por el fotoenvejecimiento creando un efecto de múltiples arrugas en zig-zag o en acordeón. Para actuar sobre ellas, tan sólo debe semi-paralizarse el músculo para relajar la zona de contracción, aunque también será importante el relleno con ácido hialurónico de esas arrugas mientras se mantengan relajadas gracias al efecto del bótox.

Tercio medio de la cara

Es una zona que está comprendida desde las cejas hasta la nariz y está muy condicionada al fotoenvejecimiento y a la fisionomía nasal, o sea, a estructuras de cartílago e incluso hueso (por ejemplo: los pómulos ya que la estructura ósea se agranda con el paso del tiempo).

En esta zona facial, la edad juega un papel primordial puesto que la elasticidad de la piel se ve afectada, al igual que existe una pérdida de grasa sobretodo alrededor de los ojos y que produce las llamadas bolsas de ojos.

• Nariz: Ante cualquier defecto o un crecimiento exagerado, la cirugía suele ser la opción más solicitada para un tratamiento nasal. Si lo único que se desea es eliminar pequeñas imperfecciones entonces si que es posible el uso del ácido hialurónico. El bótox también puede emplearse.

• Ojos: Entre el ojo y la nariz está el canal lagrimal y que puede tener un aspecto oscuro y denotar un cansancio físico al exterior. Es posible elevar un poco el canal con ácido hialurónico de forma segura, al igual que los pómulos.

Tercio inferior de la cara

Es la zona que comprende principalmente la boca y el área peribucal.

Es una de la zonas más demandadas en las clínicas estéticas ya que las arrugas que aparecen y el aspecto de los labios son una de las cosas que más puede impactar estéticamente.

Además, el lifting facial que se realiza en el quirófano no consigue acabar con estos defectos al 100%, por lo que se recurre a inyectables y relleno.

• Labios y zona peribucal: El labio superior pierde elasticidad con el paso del tiempo y puede llegar a tener una forma más aplanada con lo que acabará modificando nuestro propio contorno labial. Partimos de varias premisas estéticas: la zona superior del labio tiene o debe tener forma de «v» y el labio inferior ocupar dos terceras partes de la totalidad de los labios. Asímismo, el labio inferior siempre estará un poco más adelantado que el superior si lo vemos de perfil con lo cuál dan una sensación de línea cóncava con el resto de la cara. También, el surco nasogeniano se marca aún más con la edad creando el efecto conocido como «código de barras».

Los rellenos de colágeno y hialurónico son excelentes para las arrugas que rodean a los labios, los propios labios, las comisuras labiales y los surcos nasogenianos.

En cambio, el bótox se suele recomendar para relajar musculatura en las zonas próximas al mentón o parte inferior de la boca e incluso en el cuello.

Normalmente, suelen combinarse ambos productos en una misma sesión pero esto va a depender del profesional que realice el tratamiento y las características del paciente.

Otros casos, como la flaccidez de la cara se resuelven con técnicas de estimulación para generar colágeno nuevo como por ejemplo la radiofrecuencia o incluso el láser fraccionado o fraxel (pequeñas arrugas o surcos, cicatrices, manchas).

Existen otras zonas del cuerpo, como los rellenos de ácido hialurónico en gluteos que suelen tener resultados satisfactorios al conllevar un menor riesgo, tanto como en el proceso de inyección como en los efectos secundarios, que para esta intervención, suelen ser mínimos.

¿Cuál es la recomendación si optas por un tratamiento de rejuvenecimiento o estético? Ácido hialurónico vs Botox

• Arrugas en la frente: bótox
• Patas de gallo: bótox
• Entrecejo: bótox
• Ojo hundido: hialuronico
• Cejas caídas: bótox + hialurónico
• Nariz caída: bótox + hialurónico
• Pómulos: hialurónico
• Arrugas peribucales: hialuronico + láser fraccionado
• Surcos nasogenianos: hialuronico + radiofrecuencia
• Cicatrices: laser fraccionado o fraxel
• Flaccidez facial: bótox, relleno (hialurónico) o radiofrecuencia
• Mancha solar: láser facial
• Cuperosis: láser facial
• Piel sin brillo o apagada: láser o peeling químico